Calderas de Pellets

Las calderas de pellets pertenecen a la categoría de las de biomasa, han ganado un terreno cada vez mayor en materia de calefacción doméstica. No solo por la reducción de gastos en el consumo de combustible a largo plazo, también son las preferidas como parte de una toma de conciencia colectiva por el impacto de los combustibles fósiles en el cambio climático.

Si estás pensando en calentar tu vivienda con una caldera de pellets, hay varias cosas importantes que debes saber antes de elegir.

Qué es una caldera de pellets

Para empezar, hay que destacar que no todas las calderas de biomasa son de pellets. Las de biomasa funcionan con diferentes tipos de materia orgánica, como residuos sólidos de origen urbano o forestal, en este tipo de residuos están contemplados los huesos y cáscaras de frutas, papel, madera, cereales, etc.

Los pellets, por su parte, son un aglomerado de virutas de madera proveniente de talleres, carpinterías y aserraderos. Sus principales ventajas son su composición 100% natural, no son tóxicos y tienen un gran poder calorífico. Por el hecho de estar compuestos de desechos de la madera, su obtención no representa un problema para el ecosistema.

Entre las ventajas de una caldera de pellets destacan su practicidad, la poca emisión de residuos contaminantes y lo baratas que resultan en el tiempo. Superan en eficiencia a las de combustibles fósiles, como el diesel y sus diseños actuales permiten incluso el control a distancia.

Ahora bien, entre las calderas de pellets hay algunas diferencias. Las estándar se conectan al sistema hídrico de la vivienda, sirven para calentar tanto el ambiente como el agua. Se acoplan a un sistema de ductos de aire y evidentemente las puedes usar solo para climatizar los espacios de tu vivienda.

Caldera de pellets canalizable, calor solo donde se necesita

La caldera de pellets canalizable, en cuanto a alimentación es igual que cualquier otra. Siempre debes tener en cuenta las dimensiones del espacio a calentar para calcular su potencia y el tamaño del depósito para almacenar los pellets que la alimentarán.

Lo que hace diferente a la caldera canalizable es que esta está conectada a un sistema de conductos que transportan aire caliente hasta cada habitación que se quiera calentar.

Cómo funciona

Para empezar, es necesario destacar que este no es un equipo portátil. Aunque calienta el aire como una estufa, por el hecho de que se debe conectar a un sistema de ductos se debe escoger el espacio donde estará instalada de forma definitiva.

Las dimensiones del lugar deben permitir un depósito para el sistema de alimentación lo suficientemente grande como para no estar haciendo este procedimiento con demasiada frecuencia.

Los pellets pasarán de la unidad de almacenamiento, o la tolva, a la zona de quemado según la temperatura que se quiera alcanzar. Los gases que se producen durante la combustión pasan a un intercambiador de calor que expulsa el aire caliente al exterior, en el caso de una estufa estándar, al sistema hídrico en el caso de una caldera común, o a los ductos cuando tienes sistema de canalización. Cada conducto interconecta la caldera con las habitaciones que quieras calentar y de esta forma se puede climatizar toda una casa.

Cuánto cuesta una caldera de pellets canalizable

Al principio la inversión es un poco elevada, la caldera difícilmente estará por debajo de los 2.000 euros, aparte se deben considerar tanto la mano de obra técnica como los ductos que llevarán el calor a las diferentes habitaciones, su precio varía en función de qué tan largos sean.

Sin embargo, el gasto que se haga lo recuperarás a medio plazo gracias al ahorro en combustibles. Dos kilos de pellets equivalen a un litro de diesel, el diesel cuesta aproximadamente 0,60 euros, mientras que un kilo de pellets cuesta entre 0,21 y 0,25 euros.

Qué se debe tener en cuenta para instalar una caldera de pellets

Las necesidades caloríficas de las viviendas son muy variadas, dependerán de sus dimensiones, la intensidad del invierno en la zona, el número de habitantes, incluso la antigüedad de la infraestructura. Sin embargo, hay algunos parámetros que te pueden ayudar a elegir la potencia la caldera.

Usualmente se calculan unos 70 a 100 W/m2, sin embargo, si la casa tiene suelo radiante o está en una zona con inviernos no muy fríos, la cifra podría ser inferior.

Si tomas como referencia las dimensiones de la vivienda, entonces la potencia podría elegirse así:

100 m⊃2; o menos: 6-10 kW.
Entre 150 m⊃2; y 200 m⊃2;: 10 – 12 kW.
De 200 m⊃2; a 250 m⊃2;: 14 – 25 kW.
300 m⊃2;: 21 – 30 kW.

Cuando se trata de una vivienda nueva, es más fácil determinar la infraestructura que se necesitará para la caldera y el silo o el espacio desde donde se alimentarán los pellets, de modo tal que todo quede perfectamente integrado a la edificación.

En el caso de que ya cuentes con un sistema de calefacción y lo quieres sustituir por una caldera de pellets, es importante que te asegures de que la sala de calderas tiene las condiciones mínimas tanto para la instalación como para un fácil acceso posterior para atención y mantenimiento.

Consejos para la adecuada instalación

Si ya es un hecho la instalación de este tipo de caldera, recomendamos que el trabajo lo haga solo personal técnico especializado y debidamente autorizado. La experiencia y cualificación son garantía de que el montaje se hará de acuerdo con los parámetros de seguridad establecidos por las leyes y el fabricante.

El aislamiento en los tubos es imprescindible por dos razones: primero, evitan el enfriamiento de los productos de la combustión y, segundo, se evitarán quemaduras accidentales por contacto.
Debe haber obligatoriamente una salida de gases, tal y como lo establecen las normativas actuales.
En el caso de las calderas de pellets (que es un combustible sólido), se debe velar porque el técnico use tubos específicos para la salida de gases para este tipo de combustible.

Partes de la caldera de pellets

Aunque no se tengan conocimientos técnicos sobre calderas, vale bien tener una idea acerca de las diferentes partes que las componen, a fin de usarlas con mayor confianza y menos riesgos de accidentes.

Toma de aire: está ubicada en la parte trasera, es muy importante que se instale correctamente ya que de ella depende la buena combustión de los pellets. El aire podría provenir sin problemas de la misma sala, pero si esta no ofrece las condiciones necesarias, se debe hacer una conexión con tubo de PVC hacia el exterior, para garantizar la entrada de aire que requiere.
Tolva: es la unidad donde se vierten los pellets, podría estar ubicada por detrás o a un costado dependiendo del modelo.
Zona de quemado: esta es la unidad que recibe los pellets que vienen de la tolva, también se le conoce como crisol o cenicero.
Recogedor de ceniza: tal y como su nombre lo indica, es la parte encargada de recoger los residuos producto de la combustión de los pellets. Los residuos normalmente son escasos porque este combustible se caracteriza por su alto nivel de aprovechamiento. En ese sentido siempre recomendamos comprar pellets de alta calidad, de color homogéneo, para garantizar que solo sean de madera y no contengan mezclas de lodo o metales.
Resistencia para el encendido: podría decirse que es un mechero ya que se encarga de encender los pellets y producir una llama prácticamente de forma instantánea.
Tubo de evacuación: se le puede ver en la zona posterior de la caldera. La altura y su ubicación dependerá del modelo, del equipo.
Alimentación eléctrica: necesitan conectarse a una fuente de energía eléctrica para el ventilador y el funcionamiento del sistema, el consumo es mínimo pero necesario.
Programador: es lo permite el encendido y apagado automático. Esto permite ajustarla a las necesidades caloríficas de la vivienda y un mayor aprovechamiento de la energía. Las calderas más modernas pueden incluso programarse de forma remota, bien sea desde una app o con un mando.

Cómo debe ser el mantenimiento de las calderas de pellets

El mantenimiento por lo general es un procedimiento sencillo, lo que no implica que deba hacerse sin cuidado. Lo más aconsejable es hacer mantenimiento semanal y anual, o lo que indiquen las instrucciones de fabricante.

Limpieza semanal

Consiste en el vaciado de las cenizas y la limpieza del cristal. Debe hacerse una o dos veces a la semana, siguiendo las instrucciones del fabricante y atendiendo a las demandas propias del usuario.

Limpieza anual

La ley establece que se debe realizar un mantenimiento en las calderas por lo menos una vez por año, y debe hacerlo un profesional homologado (RITE, RD 1027/2007, del 20 de julio de 2007). Aparte de la obligación legal, los fabricantes exigen que este mantenimiento se haga mientras esté vigente la garantía del producto para que esta sea válida.

La revisión anual permite garantizar que todas las partes de la caldera y los ductos que componen el sistema funciona adecuadamente. Si es necesario harán los cambios de piezas que sean necesarios y realizarán un informe de funcionamiento óptimo que el técnico entregará al cliente oportunamente.